13.08.2022

No sobran animales silvestres

Las muertes de animales silvestres en la carretera denotan gran indiferencia y causan un desequilibrio en el ecosistema.

Las muertes de animales silvestres por causa humana dilucidan la falta de apego que tienen muchas personas con la vida silvestre. Si vemos los ecosistemas como una torre de cartas, eliminar una sola pieza produce un gran desequilibrio. 

Las muertes de un puma y un jaguar han sido noticia en los últimos meses. En ambos casos, los animales fueron embestidos por vehículos en las carreteras del país. Es más, para mayo del 2022 se reportaban 23 felinos atropellados. Lamentablemente, las noticias de atropellos de vida silvestre son cada vez más frecuentes en los medios de comunicación, donde una gran mayoría de animales mueren de inmediato.

Los atropellos se pueden dar por múltiples factores: falta de demarcación, altas velocidades de los conductores, zonas de poca visibilidad, entre otros. Sin embargo, muchos de estos atropellos se dan en zonas que cumplen todas estas previsiones, y aun así ocurren. La situación anterior ha ayudado a sacar a flote un tema preocupante e importante de analizar: el desapego que tienen muchas personas con la vida silvestre. Hablamos de esa indiferencia sobre el papel que tienen las especies silvestres en el ecosistema y cómo nuestras acciones o inacciones tienen consecuencias sobre estas y nosotros mismos. 

Cada vez que escuchamos o incluso presenciamos la muerte de un animal silvestre por atropellos, muchas personas experimentan sentimientos de tristeza y enojo. Sin embargo, se han preguntado: ¿Cuál es el impacto que tendrá esta muerte en el equilibrio de la naturaleza? Si vemos los ecosistemas como una torre de cartas, la eliminación de una pieza pone en peligro el equilibrio del resto. 

Un problema cada vez más común

La frecuencia con que se está dando la muertes de grupos medulares como los felinos es preocupante. En el caso de pumas y jaguares, estos son grandes depredadores que controlan poblaciones de otras especies. Por eso, su eliminación tiene impactos en las poblaciones de otras especies tanto vegetales como animales. 

Un ejemplo de esto fue lo ocurrido con los famosos lobos en el Parque Nacional Yellowstone en Estados Unidos en los años noventa. Los lobos fueron eliminados por acción del ser humano y esto ocasionó un impacto en la población de ciervos. Al eliminar sus depredadores naturales, la población de ciervos comenzó a aumentar y con esto comenzaron a alimentarse de la vegetación disponible, lo cual llevó muchas especies vegetales del parque a su casi desaparición. 

Y es que ya sean depredadores o herbívoros, los impactos del desequilibrio ecológico a causa de la disminución de uno de estos grupos  llega a afectarnos a todos. Esto tiene efectos en el desarrollo de cultivos agrícolas, en la proliferación de enfermedades, en la pérdida de recursos y otros fenómenos. Es decir, al estar inmersos en el mismo planeta, siempre vamos a sentir el desequilibrio – sea de una forma u otra.

Aquí ningún animal sobra

El título de este artículo hace alusión a la campaña “No sobran dantas” de la organización Nai Conservation. Dicha entidad se ha encargado de sensibilizar a la población del país sobre los impactos de los atropellos de dantas en carreteras, siendo el Cerro de la Muerte uno de los sitios con más reportes de atropellos de vida silvestre en el país.  

Otra de las campañas en pro de la vida silvestre es la del Comité Científico de la comisión Vías y Vida Silvestre llamada “Frenemos por nuestra vida silvestre”, que ha hecho importantes esfuerzos para reducir el número de atropellos. Asimismo, el diputado Ariel Robles de la fracción del Frente Amplio presentó un proyecto de ley que pretende garantizar infraestructura adecuada para que los animales silvestres estén más seguros en cruces de tendido eléctrico e infraestructura vial.

Sin duda, estos esfuerzos son fundamentales para mitigar el impacto negativo que estamos ocasionándole a la vida silvestre. Como país debemos tomar responsabilidad en este desgaste ecológico por medio del apoyo a este tipo de iniciativas para remediar el daño causado. 

Debemos ser más responsables cuando manejamos en carretera, pues esto no solo beneficiará la seguridad de los animales silvestres en sus cruces sino también la de nosotros mismos y nuestras familias. Compartimos una casa común, por lo que solo tomando responsabilidad de nuestras acciones podremos vivir en armonía y equilibrio entre todas las especies. 

 

Yérali Cruz Rodríguez. Agente de Cambio Costa Rica 2020. Bióloga, egresada Licenciatura Interpretación Ambiental, Universidad de Costa Rica.

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