Friedrich-Ebert-Stiftung en América Central

07.11.2022

El trabajo decente y crecimiento económico desde las juventudes

¿Qué acciones y retos se enfrenta el Estado guatemalteco para asegurarle trabajo decente y oportunidades dignas a las juventudes de Guatemala? Damaris Soto explica los avances y los desafíos que presenta Guatemala para ofrecer trabajo decente.

Las juventudes en Guatemala representan el bono poblacional al cual hay que invertirle y encaminar todos los esfuerzos. Esto incluye acciones, políticas públicas, proyectos, programas y todo aquello que estimule las dinámicas de las juventudes para facilitar lo necesario dentro del modelo económico actual guatemalteco y así puedan ser autosostenibles.

A tres años de una crisis sanitaria, el desarrollo sigue evidenciándose según las oportunidades y garantías que tienen las personas para su crecimiento productivo, el acceso a la innovación tecnológica, la eliminación de las grandes brechas de desigualdad y las injusticias sociales. 

Según las Naciones Unidas, (2022 en el contexto actual, la pandemia de COVID-19 ha tenido un impacto inequívoco sobre las personas jóvenes. Un estudio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha constatado que “el impacto de la pandemia sobre las juventudes es sistemático, profundo y desproporcionado”. Un 23% de la población  de entre 18 y 24 años que trabajaba con anterioridad a la pandemia se encuentra ahora en el desempleo, y  quienes están trabajando han notificado una reducción en sus horarios e ingresos. “La percepción de los estudiantes de sus futuras expectativas profesionales es desalentadora; un 40% afronta el futuro con incertidumbre y un 14% con miedo”.

Por lo tanto el Estado debe responsabilizarse en reconocer y construir colectivamente las acciones que permitan superar el desafío para el bono poblacional de la juventud guatemalteca actual, ya que se enfrenta a una época de  post crisis  sanitaria que deja importantes retos para la reactivación económica global.

 

ODS 8, un desafío para las juventudes de Guatemala

 

Desde el 2015 se dió a conocer la Agenda Global de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Esta contiene los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, que son líneas de acciones concretas para focalizar esfuerzos de los Estados. Para darle tratamiento a la resolución de problemas del contexto mundial tomando en cuenta que algunos de estos se han acelerado y agudizado por la crisis sanitaria del Covid-19, hoy en día se están evidenciando los impactos a los cuales hay que brindarles atención.  

Entre los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible se encuentra el Objetivo 8, “Trabajo decente y crecimiento económico''. En el presente artículo se muestran los avances y los desafíos que presenta para Guatemala el cumplimiento efectivo con este Objetivo en beneficio específico de las juventudes de Guatemala.

Un gran porcentaje se ha graduado del último año de bachillerato. A pesar de la crisis sanitaria iniciada el 2020, la formación para estos jóvenes se desarrolló superando las dificultades que presentó el contexto. El año 2021 y el presente año han facilitado la culminación de estudios de estas juventudes. Ahora, la pregunta es: ¿Qué capacidades laborales reales han adquirido las juventudes para su inserción al modelo productivo y económico actual guatemalteco? ¿Cuántas oportunidades laborales reales en Guatemala esperan a las juventudes recién graduadas de bachillerato?

También se indica en (ODS, Guatemala, 2021) que es fundamental incrementar la cantidad, calidad de empleo y mejorar las condiciones de vida de la población para seguir alcanzando mejores niveles de crecimiento económico. 

 

Tejido social de la juventudes en términos de oferta laboral

 

Para analizar el tejido social de las juventudes y la oferta laboral de las mismas, es importante conocer ciertas cifras que quizá permitan una proyección del futuro de las juventudes del país.

Señala (Paz Joven, 2021) que la pandemia de Covid-19 ha tenido efectos en la juventud, sus empleos y su educación, así como en sus emprendimientos y subsistencia y en la forma en que generan ingresos. Una crisis de este tipo puede tener consecuencias severas. A causa del confinamiento y la interrupción de la educación, la capacitación y la contracción de la economía, ha aumentado la vulnerabilidad de juventudes trabajadoras. Estas ven cómo sus oportunidades de obtener un empleo decente se reducen o desaparecen.

El contexto presentado en  (ODS, Guatemala, 2021) es el siguiente:

  • El estatus de Guatemala con ingresos medianos altos y la estabilidad económica no se han traducido en una reducción significativa de la pobreza y la desigualdad. Los bajos ingresos del gobierno central (11 por ciento del PIB en promedio en años recientes) limitan la capacidad de inversión pública y restringen la calidad y la  cobertura de los servicios públicos básicos, desde educación y salud hasta el acceso al agua, lo que explica en gran medida la falta de progreso en el desarrollo y las grandes brechas sociales, rezagadas con respecto al resto de América Latina y el Caribe (ALC).
  • Guatemala registró una fuerte recuperación, con un crecimiento del PIB del 8 por ciento en 2021 y uno esperado del 3,4 por ciento en 2022.
  • 7 de cada 10 puestos de trabajo son informales en el país y todavía existe subempleo entre la juventud. 
  • Para tomar acciones y mejorar la situación respecto del empleo y el crecimiento económico de Guatemala se han tomado acciones como la aprobación de la Política Nacional de Competitividad 2018-2032, la adopción del Acuerdo Nacional para el Desarrollo Competitivo y Sostenible del Turismo en Guatemala y la aprobación de la Ley de emprendimiento. 
  • Guatemala ha obtenido 53,52 puntos en el Índice de Competitividad de 2019, publicado por el Foro económico Mundial. Ha mejorado su puntuación respecto al informe del año anterior en el que obtuvo 53,36 puntos.

Hay otros elementos que señala (Paz Joven, 2021) a nivel guatemalteco, como es el Censo de Población 2018 realizado por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Dicho estudio arrojó datos sobre el porcentaje de personas de 15 a 29 años que trabajó en la semana anterior al censo. De un total nacional de 4,413,566 jóvenes, 1,915,434 (el 43.4%) reportaron haber trabajado.

En el siguiente esquema se conocerán algunas aproximaciones de la realidad laboral de las juventudes para el 2019:

Cabe resaltar que las edades de 13 a 30 años según la gráfica, son edades con necesidad de un trabajo decente. Las edades de 13 a 17 años, quienes son menores de edad, no deberían pertenecer a la gráfica. Sin embargo, la realidad social les obliga a asumir responsabilidades y abandonar, en muchas ocasiones, su vida escolar. Este  grupo de personas menores, estudian para abrirse camino en la vida académica y profesional para su desarrollo. 

En la gráfica también se observa porcentajes de personas de 19 a 30 años que tienen la oportunidad de estudiar después de graduarse de bachillerato. Es decir, tienen la oportunidad de asistir a una universidad y abrirse camino a la vida profesional. La mayoría de esta muestra trabaja y suspende los estudios, lo que les limita a encontrar un empleo decente, sin explotación y exclusión.

Otro 6 por ciento en todos los intervalos de edades, trabajan y estudian. Pero, ¿cuántos se gradúan  y se convertirán en profesionales? ¿Qué garantiza que las juventudes aún trabajando puedan culminar sus estudios universitarios?

Es relevante conocer los datos de las fuentes y formas donde se encuentran las ofertas laborales para las juventudes, en la siguientes gráfica se evidencian algunas de ellas.

Según (Paz Joven, 2021), estas son las fuentes de información y formas para encontrar una oportunidad de trabajo:

Ambas gráficas reflejan la realidad de algunas personas de Ciudad Capital de Guatemala, juventudes que lograron un trabajo por información o recomendación  brindada por un familiar o amigo  Otro dato importante es que hoy en día a través de la tecnología han encontrado oportunidades de empleo a diferencia de encontrar empleo a través de un clasificado u otro medio. 

 

Hacia una política de juventud que garantiza desarrollo

 

La meta 8 del Objetivo de Desarrollo Sostenible busca aumentar el apoyo a la iniciativa de ayuda para el comercio en los países en desarrollo, en particular los países menos adelantados, incluso mediante el Marco Integrado Mejorado para la Asistencia Técnica a los Países Menos Adelantados en Materia de Comercio. (ODS, Guatemala, 2021). 

En el Congreso de la República de Guatemala, el marco legal en favor a la juventud es inexistente hasta el momento. Hay esfuerzos de la Comisión de la Juventud en el Congreso de la República actual que, junto con organizaciones de sociedad civil, constantemente ejercen presión para que exista un legislación que garantice inversión real en las necesidades de las juventudes. 

En (Prensa Libre, 2022), la directora de Paz Joven, institución de sociedad civil organizada, directora ejecutiva de Paz Joven Guatemala, menciona como punto de partida la falta de una legislación específica para esta población. Hasta el momento no hay un marco legal nacional que reconozca a los jóvenes como sujetos de derecho, lo cual es un freno para obligar a las instituciones públicas a proteger y aumentar la inversión en favor de ellos.

El (Consejo Económico y Social de Guatemala, 2021) contempla el informe y resultados de cómo las juventudes tienen oportunidades dentro de algunas políticas públicas actuales en relación con crecimiento económico.

  • Entre las primeras prioridades se encuentra aumentar la inversión en el sector privado y público. 
  • Fortalecer la Agenda Legislativa para favorecer a las juventudes en el crecimiento económico.
  • Apoyo de emprendimiento y PYMES.
  • Hay políticas que hay que viabilizar para el mayor apoyo a las juventudes en el modelo económico actual, por ejemplo, Política Nacional de Empleo Digno 2017-2032 y  Política Nacional Competitividad 2018-2032.

Otros aspectos para tomar en consideración en apoyo al crecimiento económico de las juventudes según (Paz Joven, 2021):

  • Actualizar y validar, La Política Nacional de la Juventud que caducó en el 2020.
  • Es necesario que las entidades responsables mejoren sustancialmente sus registros administrativos, en miras de permitir una Clasificación del Gasto Público por Franja Etaria que pueda ser analizada con una perspectiva de género y multicultural, así como para que estas logren una adecuada implementación de la ejecución presupuestaria por clasificador temático.
  • Ampliar la cobertura y capacidad de hacer entrega de los servicios o a modificaciones presupuestarias sin respaldo de técnico de planificación, afectando de manera directa a las juventudes.
  • Existen graves carencias en el financiamiento para mejorar las condiciones de trabajo, de la protección social y de la recreación de las juventudes para lo cual hay que redireccionar presupuesto para este rigor.

El trabajo con la juventud y niñez de un país es fundamental. Este trabajo requiere de procesos clave para empoderar a este grueso de la población asegurando el bienestar, la seguridad del presente como del futuro de un Estado. Es también importante garantizar que todo proceso con miradas a la juventud y a la niñez debe ser construido desde la inclusión, la defensa de los derechos humanos, el desarrollo sostenible y la justicia social. De esta manera, se puede responder a las necesidades de los cambios generacionales tan necesarios en todos los ámbitos de la humanidad. 

Por: Damaris Soto. Agente de Cambio, Guatemala.

Referencias

Consejo Económico y Social de Guatemala. (2021). Objetivo de Desarrollo Sostenible 8. Recuperado el 04 de 10 de 2022.

Naciones Unidas, ONU. (2022). Impacto Académico. Recuperado el 01 de 10 de 2022.

ODS, Guatemala. (2021). Trabajo Decente y Crecimiento Económico. Recuperado el 29 de 09 de 2022.

Paz Joven. (08 de 2021). Juventudes, Empleo y Covid -19. Recuperado el 29 de 09 de 2022.

Prensa Libre. (12 de 08 de 2022). Día de la Juventud en Guatemala. Recuperado el 04 de 10 de 2022.