¡Esto lo cambia todo!: claves para entender la crisis por COVID-19

"Resultaba verdaderamente más fácil imaginar el fin del mundo que un cambio mucho más modesto en el modo de producción" (Žižek, 2008). A finales del 2019, el virus SARS-CoV-2, causante de la pandemia por COVID-19, dejó en evidencia la debilidad de nuestros sistemas de protección social y el rostro del leviatán del Estado moderno.

Este escenario adverso no logró concretizar acciones colectivas que se tradujera en cambios en la forma de producción y consumo. Más bien, se limitó a remarcar la responsabilidad individual en una falsa solidaridad global. ¿Por qué no ha sucedido este cambio? La respuesta es la ideología.

Consideraciones sobre la ideología

Si bien existen diferentes nociones sobre la ideología, aquí se utilizará la definición clásica de la ideología propuesta por la corriente marxista. Para Marx la ideología se entiende como “el tratamiento idealista de las ideas y representaciones, por el que estas se representan de sus condiciones materiales de existencia. La ideología sería lo irreal, lo ahistórico, lo imputado de una base material” (Echeverría, s. f., p. 140). En resumen, la ideología tiene que ver con las representaciones falsas de la realidad.

Desde la corriente idealista de la filosofía, el sujeto no puede conocer los objetos en sí, solo nociones y representaciones de estos. No obstante, el materialismo dialéctico propone que a través del estudio de la materia podemos conocer la realidad y por tanto transformarla.

Un ejemplo de lo anterior es el virus SARS-CoV-2 el cual es imposible de comprender a través de nuestros sentidos pero sus efectos tienen repercusiones en nuestro plano existencial. Por tal razón, fue necesario un análisis del código genético del SARS-CoV-2 para conocer su origen y cómo funciona en el cuerpo humano para así crear a partir de vacunas una inmunidad para contrarrestar los efectos adversos del virus en nuestro cuerpo.

Origen de la pandemia del COVID-19

El materialismo dialéctico también nos invita a comprender cómo los cambios de la naturaleza afectan nuestra vida y la de las sociedades. Este proceso fue descrito por Engel en dialéctica de naturaleza, donde el autor hace un análisis filosófico de las ciencias naturales y su vinculación con la interpretación dialéctica de la realidad (Dialéctica de la Naturaleza, s. f.).

Bajo esta premisa, partimos del concepto de zoonosis, definido como un grupo de enfermedades infecciosas que se transmiten de forma natural de los animales a los seres humanos. El mayor riesgo de transmisión de enfermedades zoonóticas se produce en la interfaz entre el ser humano y los animales (OMS | Zoonosis y medio ambiente, s. f.).

Un estudio publicado en Nature Medicine en marzo del 2020 sugiere que el origen del SARS-CoV-2 que en un punto de la transferencia zoonótica del virus de animales a humanos existieron dos usuarios trasmisores: un pangolín de malasia y un murciélago de la especie Rhinolophus affinis (Andersen et al., 2020, p. 2). Por tanto, se puede inferir que el origen animal del SARS-CoV-2.

De igual forma, un artículo publicado el 11 de noviembre de 2016 por la revista Science, revela el impacto que tiene el cambio climático en la estructura genética de las especies y los ecosistemas (Scheffers et al., 2016). En esa misma línea, un estudio publicado en Science of the Total Environment que sugiere la relación entre el SARS-CoV-2 y el cambio climático argumentando que:

“Un cambio a gran escala de matorrales tropicales a sabanas tropicales y bosques caducifolios durante el siglo pasado impulsado por un aumento de la temperatura, patrones de precipitación alterados, horas de sol con menos cobertura de nubes y mayores niveles atmosféricos de dióxido de carbono –que incide sobre el crecimiento de las plantas–. Todo este proceso creó un entorno adecuado para muchas especies de murciélagos que se encuentran en la región y que requieren predominantemente hábitats de tipo forestal.” (El cambio climático puede haber impulsado pandemias como la del COVID-19, s. f., p. 19)

El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC) concuerda que el calentamiento global es producto de un aumento de gases de efecto invernadero en la atmósfera terrestre que tiene origen en la actividad industrial (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático, s. f.). En resumen, el origen de la pandemia por COVID-19 se debe a la zoonosis que se genera en la interacción entre animales y humanos. Esta, a su vez, se produce por los cambios en las formas de producción y consumo que impactó de forma significativa el ecosistema y el clima global.

La razón de la sin razón

La forma en que se organiza la sociedad para la producción en este momento histórico se le denomina capitalismo, que se define como:

Se encuentra la propiedad privada de los medios de producción y la explotación del trabajo asalariado. La ley fundamental de la producción capitalista consiste en obtener plusvalía. Son rasgos característicos del capitalismo la anarquía de la producción, las crisis periódicas, el paro forzoso crónico, la miseria de las masas, la competencia, las guerras. La contradicción básica del capitalismo –entre el carácter social del trabajo y la forma capitalista privada de la apropiación– se expresa en el antagonismo entre las clases básicas de la sociedad capitalista, el proletariado y la burguesía. (Diccionario soviético de filosofía, 1965)

El capitalismo, contrario a lo que dice sus ideólogos, no es eterno ni forma parte de la naturaleza humana, más bien tiene a su base una construcción político-ideológica que legitima una forma determinada de organizar la sociedad.

Las bases del capitalismo actual nacen a partir del siglo XVIII, con el movimiento de la ilustración, que tenía como base la razón como guía del progreso de la humanidad. Durante este período, la burguesía se posicionó como la clase dirigente y trasformó el orden establecido. Esto trajo consigo el desarrollo de las fuerzas productivas y el nacimiento de una clase antagónica: el proletariado.

Pese a todo el desarrollo tecnológico y humano que trajo el capitalismo, Marx identificó que el sistema mismo se basa sobre premisas falsas y contradicciones internas que llevarían a su declive y la superación de esas contracciones por un sistema superior. En sus obras, el autor también describió a profundidad las contradicciones del sistema capitalista, pero para efectos prácticos en este artículo el interés se centrará en los limites materiales del capitalismo.

El capitalismo parte de la premisa del crecimiento infinito en un mundo finito. Esta contracción quedó de manifiesto en el informe de 1972 titulado “Límites del crecimiento”, donde se hace un reconocimiento que la tasa de crecimiento demográfico y económico sostenido superarían la capacidad de los bienes naturales, lo cual equivaldría al colapso de la sociedad humana en algún punto del siglo XXI.

Pese a los intentos de reorganizar la economía en enfoques más sustentables, el capitalismo ve limitada su capacidad de innovación debido a que la generación de esta se basa en la tasa de rentabilidad respecto a sus costes de producción. El mercado organiza su producción respecto a leyes como la oferta y la demanda que buscan la satisfacción de las necesidades sean reales o no.

Esta anarquía del mercado, contrario a la lógica, está gobernada por “la ley del más fuerte”. Por esta razón, es falso que el mercado asegure la libre competencia y a su vez que promueva la innovación.

El desarrollo tecnológico no es inversamente proporcional al desarrollo de la conciencia. Esta contradicción, ha llevado a un estadio de la razón de la sin razón. La pandemia por COVID-19 es un ejemplo de lo anterior, dejando en evidencia cómo las sociedades prevalecen ideas como el terraplanismo y movimientos antivacunas.

Estas ideas son defendidas por ideólogos que han creado un movimiento antimoderno, fuertemente vinculado con la derecha conservadora y algunas facciones de la izquierda. La incertidumbre hacia el futuro ha creado un sentimiento de nostalgia generalizado, que ha servido de plataforma política para el resurgimiento de la derecha internacional antiglobalización, migración, racismo y otros temas.

Las posiciones políticas e ideologías cobran nuevamente relevancia, producto de un sistema en crisis y la derrota moral del sistema capitalista. Pese a este escenario adverso, no se ha logrado concentrar el descontento generalizado. ¿A qué se debe esto?

A diferencia de los grandes movimientos revolucionarios del siglo XX, esta inacción se explica por la cruzada en el plano ideológico. Es decir, que en la época de la revolución industrial 4.0 y el desarrollo de las tecnologías de la información, se han permeado sentimientos de individualismos y hedonismo en la sociedad.

Un ejemplo de lo anterior fue durante el confinamiento por COVID-19. Aunque los medios de comunicación acentuaron la idea de solidaridad universal, la pandemia sí impactó a las personas de formas distintas, a razón de las condiciones materiales.

Pensemos en un mundo diferente

La humanidad se enfrenta hoy al mayor reto de la historia, el calentamiento global. La crisis por COVID-19 es uno de los síntomas que se vendrán en los próximos años. Por tal motivo, es necesario pensar en una sociedad diferente. ¿A dónde comenzamos? Aunque Marx no tuvo tiempo de describir la sociedad ideal que acabaría con las contradicciones del sistema,  de él aprendimos que para cambiar las cosas es necesario un proceso de estudio y reflexión de la realidad.

En ese sentido, un reencuentro con la obra del autor, sin dejar de lado que la comprensión de la realidad a través de la ciencias naturales y sociales, aparte de un proceso dialéctico entre nuestro mundo interno y externo son la guía para la generación de cambios.