Friedrich-Ebert-Stiftung en América Central

07.11.2022

¿Por qué a las juventudes centroamericanas nos cuesta unificar un solo criterio sobre los progresismos?

Para que las juventudes nicaragüenses puedan unificar los progresismos, es necesario entender el contexto de cada país. ¿Es posible hablar de unificación de criterios teniendo realidades tan distintas?

Los progresismos en América Central son entendidos por las juventudes desde diferentes perspectivas ya que las realidades que enfrentan nuestros países son diversas. Hablar de una definición única de los progresismos es sumamente desafiante. Esto quedó evidenciado durante la Conferencia Regional de Agentes de Cambios de la Fundación Friedrich Ebert en América Central. 

Las juventudes representadas en dicho evento manifestaron diferentes expresiones e ideales sobre  los progresismos  y concluyeron que  los principios progresistas están arraigados en nuestras juventudes, enfocados en el bienestar de las naciones,  la promoción de la participación política ciudadana, la redistribución de las riquezas, la equidad económica y social, el respeto a los derechos humanos y un Estado social y democrático de derechos.

Breve análisis de contexto y coyuntura social en América Central

Para comprender un poco la diversidad de criterios, es necesario analizar el contexto de nuestros países. Guatemala actualmente se encuentra en un escenario político polarizado debido a las elecciones generales a realizarse en 2023,  con la participación de 28 partidos políticos (1), sin lugar a duda con la mayor cantidad de candidaturas, teniendo a 19 precandidatos presidenciales, de las cuales solamente dos son mujeres y 17 hombres. Todas estas personas superan los 35 años, por lo tanto la juventud no se encuentra realmente representada en estas elecciones. 

El Salvador enfrenta un escenario político convulso, con una sexta prórroga del Estado de Excepción (3), periodo en el cual han detenido al menos a 50 mil personas (4). Aunado a ello, mencionar el anuncio del presidente Bukele como candidato presidencial.

Honduras representa una esperanza para la región, ya que después de 12 años de haberse perpetrado el Golpe de Estado y de asumir el poder el  expresidente Juan Orlando Hernández, finalmente en este país se dieron elecciones libres y soberanas, ganando la presidencia Xiomara Castro como candidata de la Alianza de Oposición de Honduras, agrupación conformada por el Partido Libertad y Refundación, el Partido Anticorrupción y el Partido Innovación y Unidad (6).

En Costa Rica, el presidente Rodrigo Chaves, se ha caracterizado por mantener un tono discursivo agresivo con respecto a temas cruciales para la democracia del país, como es el respeto a los derechos humanos, la libertad de expresión y la independencia de los poderes del Estado. Muestra de esto ha sido la aprobación de al menos ocho decretos presidenciales (8), el veto a una ley aprobada por la Asamblea Legislativa en temas de emergencia (Llamada de emergencia 9-1-1) y el desprecio hacia el periodismo independiente.

Panamá enfrenta una crisis económica con una enorme desigualdad social, provocada por la inequidad en la distribución de las riquezas, por la explotación laboral realizada por los emporios multimillonarios a las clases más desfavorecidas y por el aumento en la carestía de la vida, la corrupción y la crisis en los recursos públicos.  Con respecto a la democracia en el país, se ha mantenido estable. No obstante, las violaciones a los derechos humanos continuaron, principalmente hacia  las personas migrantes y refugiadas que llegan a este país en búsqueda de empleo o de protección internacional (11). 

Consecuencias de la ausencia de los progresismos en Nicaragua

Nicaragua se encuentra inmersa en  una dictadura. Daniel Ortega y Rosario Murillo se mantienen en el poder de forma ilegítima. Ortega, desde 2007, no ha permitido elecciones libres y soberanas. Por el contrario, ha utilizado todos los artilugios y estratagemas políticas para permanecer de forma violenta y abusiva en el poder, pasando incluso por encima de la Constitución Política, y en las últimas votaciones, encarcelando a todas las personas candidatas y eliminando a todo partido político que le representara una amenaza.

El Informe Situacional “Nicaragua: Entre represión y resistencia ciudadana. Situación de derechos humanos de la población nicaragüense 2021-2022”, describe que: 

Nicaragua continúa sometida a un Estado de Excepción que implica la suspensión indefinida de las garantías constitucionales y del ejercicio de los derechos civiles y políticos. La negación de los derechos humanos genera una permanente crisis sociopolítica y económica, la cual tiende a profundizarse ante la falta de voluntad del Estado para cumplir sus obligaciones derivadas de los diferentes tratados internacionales de derechos humanos de los que Nicaragua es parte. (7)

Todo esto representa el perfeccionamiento de una dictadura sangrienta que violenta los derechos humanos, comete crímenes de lesa humanidad y transgrede los principios democráticos que deberían regir un país. Todo esto es incompatible con las  ideas de los progresismos en Nicaragua. Las juventudes nicas que participaron en el encuentro de jóvenes nicaragüenses realizado en agosto de 2022, previo a la Conferencia Regional de Agentes de Cambio, concluyeron que, el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, está alejado de los valores progresistas porque viola los derechos humanos, no permite el acceso a la justicia y limita la libertad. Además, no se puede elegir libremente y no se respeta la independencia de los poderes del Estado. 

La visión de las juventudes nicaragüenses se encuentra basada en la esperanza de tener un país libre y más justo, respetuoso de los derechos y libertades fundamentales y que pese a la ausencia de los progresismos en el gobierno de Nicaragua, las y los jóvenes tienen claridad sobre la importancia de esta propuesta política para el desarrollo sostenible y de democrático de las naciones.

Para comprender mejor las consecuencias de la ausencia de los progresismos en Nicaragua se realizó un Taller de Seguimiento a la Conferencia Regional de Agentes de Cambio con juventudes nicaragüenses desplazadas forzadas en Costa Rica, concluyendo que, las consecuencias de la ausencia del progresismo, son entre otras:

a.  Violencia generada por el conservadurismo y la marginación

b.   Retraso en los procesos de cambio, creando expectativas inciertas ante las diferentes problemáticas

c.   Violencia política en los espacios de incidencia por falta de criterios de inclusividad y entendimiento de las dignidades humanas.

d.   Ausencia de conciencia social en las juventudes.

e.   Crecimiento de la violencia machista

f.        Migración no informada y violentada por causa de la dictadura

Como propuestas renovadoras para los progresismos, destacaron las siguientes:

  1. Crear políticas públicas que buscan redistribuir y balancear las desigualdades.
  2. Educación inclusiva
  3. Ejecutar acciones ciudadanas en proyectos políticos.
  4. Crear sectores de diálogo con los espacios opuestos. 
  5. Trabajar de forma más adecuada la conceptualización de sostenibilidad y su importancia como política de desarrollo
  6. Ofrecer mejores oportunidades para que disminuya la inmigración
  7. Cuestionar los privilegios de los países del norte global
  8. Progreso integral social, ecológico y democrático
  9. Mejorar la correlación de fuerzas entre las bases populares mediante gobiernos abiertos
  10. Herramientas y espacios de fortalecimiento de capacidades
  11. Implementar propuestas para la inclusión de las personas jóvenes en puestos de trabajo dignos y de acuerdo con sus capacidades

Y para cumplir todas estas propuestas, las juventudes llegaron a la conclusión que se necesita empatía, compromiso con la justicia social, acceso a la información, respeto, inclusión, democracia, participación ciudadana, redistribución del poder y los recursos, construir desde la tolerancia, diálogos con otras tendencias políticas y respeto a los derechos humanos. 

Por Braulio Abarca, Abogado y Agente de Cambio 2020. Gryssmel Baldizón, Agente de Cambio 2020.