Friedrich-Ebert-Stiftung en América Central

13.08.2022

La pospandemia y el aprendizaje significativo en la niñez centroamericana

En la búsqueda por proporcionar una educación de calidad y de aprendizaje significativo en el marco de la virtualidad y la pospandemia.

 

Desde el caso fortuito la existencia se reinició, 

nada como una buena amenaza de muerte para tomarle cariño a lo cotidiano.

Convivir como siempre parecía un delito, pues, lo social perpetuaba la peste.

Esa cosa que por un micro momento apagó el interruptor de lo “normal”,

encendió la agonía de miles de rutinas mecanizadas 

anhelantes de regresar a los grises y vacíos tráficos.

Desde el caso fortuito, nada es igual… 

no sé si es resiliencia o miedo a morir, 

pero, los atardeceres saben mejor. 

Relato corto “El Caso fortuito” – Miguel Ángel Pleitez Herrera

 

La pandemia y la llegada de la virtualidad en los sistemas educativos visibilizaron problemáticas ya existentes e instalaron nuevas. ¿Qué han hecho los gobiernos centroamericanos para asegurar una educación de calidad a la niñez?

La pandemia (1) más que instalar problemáticas nuevas en los sistemas educativos centroamericanos visibilizó las ya existentes, donde la familia y la niñez fueron sus principales víctimas. Esto, además de ser una preocupación latente, supone retos importantes para la mejora de la educación en Centroamérica de cara a la pospandemia.

El quehacer educativo durante este período se condicionó por la capacidad de respuesta que los Estados tenían ante esta situación, afectando que este fuese de calidad y acorde a las necesidades e intereses reales de las niñas, niños y adolescentes en Centroamérica. Es más, los autores Giroux et al. (2020) señalan que esta problemática:   

Es también una crisis política e ideológica generada tras años de negligencia por parte de gobiernos que, a través de políticas preferentemente neoliberales, negaron la importancia del bienestar público (particularmente de la salud y de la educación) ... la actual situación no puede separarse de las crisis previas producidas por las masivas desigualdades de riqueza, ingresos y poder… (pp. 1-2) 

Desde los presupuestos de la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN), la calidad de la educación se denota en la medida que el acceso a esta promueve espacios seguros de participación y no discriminación. De esta manera, se permite potenciar el desarrollo bio-psico-social y que todo cuanto se decida, implemente y refuerce sea bajo la garantía del interés superior de la niñez.

En el marco de la virtualidad, por tanto, se debió considerar no solo el acceso a recursos tecnológicos, sino, además, apostarle a la generación de aprendizajes significativos, adaptación a la individualidad, estilos de aprendizaje e inteligencias de la niñez. A continuación, se destacan los siguientes factores que limitaron este derecho:

Migración a una modalidad virtual

Las medidas de distanciamiento obligaron a una migración educativa a lo virtual. Esto implicó una readecuación en el planeamiento curricular y evaluativo, cuando en muchos casos no se contaban con las competencias. Los niveles educativos básicos mostraron dificultades mayores debido a las características del currículo, acompañamiento y población atendida. 

Brechas tecnológicas y socioeconómicas 

Las carencias a nivel económico, tecnológico y de acompañamiento limitaron el acceso de la niñez a una continuidad educativa de calidad. La población más afectada fue aquella “en condiciones de vulnerabilidad: incluidos las niñas, los indígenas, niños y niñas con discapacidad, refugiados y migrantes y quienes viven en zonas rurales” (Seusan y Maradiegue, 2020, p. 9).

Acompañamiento de los procesos educativos 

Una oferta educativa en cualquier modalidad, si no es adecuada al nivel de desarrollo y particularidades individuales de la niñez, queda sin uso e incluso pone impedimentos a su desarrollo (Camacho, 2018). La individualización de los procesos formativos desde la virtualidad, es sin duda otra brecha que se visibilizó durante la pandemia. 

El acompañamiento familiar también se vio afectado, más en aquellos hogares donde el seguimiento del proceso formativo era realizado solamente por las madres (dadas las desigualdades de género, también acentuadas por la problemática), o en aquellos donde por las responsabilidades laborales que se integraron a la rutina del hogar. El apoyo resultaba insuficiente.

Respuesta de los sistemas educativos centroamericanos

Según datos del Sistema de Información de Tendencias Educativas para América Latina (SITEAL, 2020) Guatemala, Belice (BID, 2020), Honduras, El Salvador, Costa Rica y Panamá cerraron sus instituciones educativas por motivo de la pandemia, a excepción de Nicaragua, que las mantuvo abiertas. 

En el cuadro 1 se muestran algunas de las acciones realizadas por cada uno de los países para dar continuidad a las trayectorias educativas.

    La reestructuración de las políticas públicas es clave para la adaptación a las nuevas realidades que supondrá la pos-pandemia. Intervenir la problemática debe ser un trabajo multidimensional, ya que sobre ésta se interceptan otras brechas y un conjunto de circunstancias económicas, sociales, políticas y culturales que impiden el acceso a una vida digna de la niñez y sus familias, con el goce y la defensa de sus derechos humanos.

    Aprendizaje significativo de la niñez 

    La migración a un formato virtual durante la pandemia debió garantizarle a la niñez un alto nivel de interactividad para que la realimentación del aprendizaje fuera eficaz y significativa. El apoyo familiar era decisivo, puesto que la lejanía de la persona orientadora, se supliría con el seguimiento asertivo de las madres, padres o responsables.

    Sin embargo, todo lo anterior se dificultó dada las carencias multidimensionales de las familias en las comunidades y la falta de competencias digitales tanto a nivel docente como familiar. 

    El reingreso a las modalidades presenciales en las instituciones educativas en América Latina y el Caribe debe implicar la construcción de un plan de nivelación territorializado y adecuado al desarrollo de la niñez, que permita restituir en cierta forma la vulneración al derecho a la educación producto de las diferentes medidas para la contención de la pandemia; pues, aunque los “estudiantes del mundo si bien no son los principales amenazados por la pandemia, corren el riesgo de estar entre sus principales víctimas” (Renna, 2020, p.6).

     

    Apuestas para los sistemas educativos centroamericanos 

    Durante el 2021, el Comité sobre Derechos del Niño realizó la Observación General No. 25 referida a los derechos de la niñez en relación con el entorno digital, donde sustancialmente sugiere diversas adecuaciones para que el acceso y la convivencia de la niñez en estos espacios constituya un tema de agenda pública que reestructure las acciones de los Estados partes con relación a esta problemática.  

    A continuación, se plantean algunas apuestas retomando supuestos de Seusan y Maradiegue (2020) y el BID (2020), que los diversos países podrían aplicar para gestionar a futuro una garantía eficaz del derecho a la educación de la niñez. 

    • Impulsar programas de atención a las trayectorias del desarrollo de la primera infancia, así como de otros periodos críticos como la adolescencia, que interrumpieron su proceso de atención en centros educativos durante la pandemia.
    • Fortalecer el acompañamiento territorial a través de las instancias correspondientes de los sistemas de protección de cada país, para prevenir y atender casos de vulneración de derechos contra los niños, niñas y adolescentes.
    • Construir políticas educativas y actualizar el currículo nacional atendiendo a la diversidad de los territorios y enfatizando las relaciones en entornos virtuales. 
    • Generar programas de atención psico-socio-emocional para las familias.
    • Potenciar los procesos de investigación, seguimiento y monitoreo de las acciones tomadas en materia educativa en cada país, para determinar cuál ha sido el impacto de cada una, y retomar las estrategias significativas según fuere conveniente. 

    Una intervención psico-socio-educativa a nivel comunitario y familiar, también permitirá mitigar los efectos instalados por la pandemia en los espacios de convergencia para la niñez. Asimismo, el retorno escolar debe garantizar una paulatina reconstrucción de las relaciones entre todos los actores, a partir de seguimientos individualizados para cada uno.     

     

    Consideraciones finales

    Realizar un mapeo centroamericano de las principales brechas de acceso educativo y de acompañamiento a la niñez durante la pandemia permitirá realizar acciones de mitigación concretas y específicas en los procesos de nivelación y reincorporación de esta población al contexto escolar presencial (ya que no basta con regresar a las aulas).

    Puede que la pandemia mediáticamente tenga fecha de caducidad o deje de ser un tema de prioridad para los Estados. Sin embargo, sus consecuencias persistirán en la vida de las personas y por ende en el desarrollo sostenible de las naciones. Es necesario, retomar aprendizajes adquiridos y que “la nueva normalidad” coloque al centro la garantía de los derechos humanos.

    Mitigar los estragos de la pandemia implica acciones a largo plazo que van desde la reestructuración de los planes, programas y políticas públicas hasta la incorporación de temas prioritarios en las agendas de los Estados centroamericanos como educación, medio ambiente, seguridad alimentaria, democracia, entre otros.

    Notas:

    1. Entiéndase el concepto como aquel período donde existía un estado de alerta sanitaria mundial por motivo del Covid-19; asimismo, se utiliza el término “pos pandemia” para hacer referencia al tránsito de este estado de emergencia mundial a una realidad posterior, enfatizando sus consecuencias a largo plazo en diversos ámbitos, y para fines de este artículo, el educativo.

    Miguel Ángel Pleitez Herrera. Agente de Cambio, El Salvador, 2020. Investigador social y docente.

    Referencias

    Bárcena, A. (2020). CEPAL. Obtenido de Pandemia del COVID-19 pone en riesgo la integralidad de la Agenda 2030 debido al dispar avance de los ODS, advierte Alicia Bárcena.

    BID. (2020). Enfoque Educación. Obtenido de La educación ante el Covid-19 en América Latina: Retos y alternativas de política.

    BID. (2020). Respuesta de Belice al cierre de escuelas. 

    Camacho, B. (2018). Atendiendo la Individualidad. 

    Exposito, C., y Marsollier, R. (2020). Virtualidad y educación en tiempos de COVID-19. Un estudio empírico en Argentina. Educación y Humanismo, 1-22.

    Giroux, H., Rivera-Vargas, P., y Passero, E. (2020). Pedagogía Pandémica. Reproducción Funcional o Educación Antihegemónica. Revista Internacional de Educación parala Justicia Social, 1-8.

    ONU. (2021). Comité de los Derechos del Niño. Obtenido de Observación general núm. 25 (2021) sobre los derechos del niño en relación con el entorno digital.

    Renna, H. (2020). El derecho a la educación en tiempos de crisis: alternativas para la continuidad educativa. Santiago-Caracas: UAR.

    Seusan, L., y Maradiegue, R. (2020). EDUCACIÓN EN PAUSA: Una generación de niños y niñas en América Latina y el Caribe está perdiendo la escolarización debido al COVID-19. Panamá: UNICEF.

    SITEAL. (2020). Sistematización de respuestas de los sistemas educativos de América Latina a la Crisis de la Covid-19.